Siempre soñé con abrir puertas. Aquellas puertas que me conduzcan hacia otras personas, que mi permitan proponer mis experiencias y me lleven con soplos de viento, a compartir las de los otros.
Abrir la primera puerta parece ser el momento más duro, incierto y lleno de dudas, pero también el más dulce. Tanto como para seducirte en quedarte allí. Pero hay tantas otras puertas infinitamente numerosas que esperan ser abiertas, detrás de las cuales hay miles de sonrisas y abrazos.
La experiencia de formación en Ludicidad Consciente iniciada en Fermo, ha comenzado a extenderse y, como si el sueño comenzara a tomar forma real, se realizaron módulos de introducción de norte a sur en Italia.
A fines de octubre un maravilloso grupo de persones muy entusiasmadas y motivadas se formó en Catania, con el perfume de los limones que maduraban a nuestro alrededor y dentro de una enorme carpa que, como el vientre de una madre, nos protegió del viento y de la lluvia.
Sonrisas y abrazos que quieren continuar a formarse y con los que estamos preparando la continuación de la experiencia. Dentro de poco será Noto y sucesivamente, tal vez Palermo.
Mientras tanto el treno me llevó hacia el norte, para abrir una puerta en Vicenza donde encontré otras sonrisas y otros abrazos deseosos de entrar en el juego, de aprender a hacer jugar, de entender por qué la actividad lúdica es tan importante y esencial.
Cómo resistir a estas mujeres jugadoras? Y también aquí nos encontraremos con el nuevo año, para continuar la formación, agrandando el grupo e incluyendo más sonrisas y más abrazos.
Qué decir? Que no quiero dejar de abrir puertas. Me esperan Frosinone, Torino… tal vez Milán… Y la Ludicidad Consciente llegarà incansable, llena de energía y con los brazos abiertos.