Podría el juego, esta ancestral y simple actividad, hecha de relaciones, momentos compartidos, sensaciones, risas, emociones, movimiento, …, favorecer el alcance de un estado tan importante para el ser humano?

Vivimos en una sociedad alienante, llena de contradicciones, exigencias absurdas y ritmos frenéticos. Parece un cocktail ideal para estar confundido, turbado, transtornado, en síntesis, poco lúcido.

De hecho, hay una masa de personas que parecen adormecidas siguiendo canones que la misma sociedad impone y el número de personas con graves problemas psíquicos aumenta de manera exponencial.

Al mismo tiempo, hasta ahora, el juego era material exclusivo de los niños.

Solamente en los últimos tiempos, estudiosos famosos del área de la salud, como el médico psiquiatra Stuart Brown por ejemplo, han comenzado a considerar la gran necesidad de participar en actividades lúdicas que tiene un adulto y cuánto puede influenciar su equilibrio psicofísico el hecho de no haber jugado.

Cómo puede el juego favorecer un estado más lúcido?

Ludicidad es Lucidez sólo cuando se hace en manera Consciente.

Cuando el grupo se acompaña de manera gradual para entrar en un programa de actividades lúdicas coherentes y cuidadosamente elaborado, se crean situaciones en las que cada uno es observador y observado, pero al mismo tiempo, entra en una dimensión de libre expresión que le permite jugar como verdaderamente es. Tener la consciencia de lo que está sucediendo mientras juega, sin juicio, le abre una pantalla interna donde se pueden entender reacciones, donde se pueden evidenciar los miedos, donde se pueden ver a desnudo.

Observarse y observar a los demás como reflejo de aquello que cada uno es, se transforma en el primer paso para un trabajo interesante sobre Sí. Reconocer las propias debilidades, entender el origen y hasta dónde se pueden modificar, descubrir los puntos de fuerza y utilizarlos para alcanzar los propios objetivos, son algunas de las posibles acciones que se podrían manifestar a partir de un trabajo de Ludicidad Consciente.

El trabajo se realizará al interno de un grupo que el coordinador nunca perderá de vista, observando cada característica, cada dinámica, cada gesto, cada emoción expresada, para seleccionar los juegos adecuados.

“Cómo se hace para separar la leche del café en el café con leche? dijo Daniel Scian.

 En Ludicidad Consciente se programan secuencias lúdicas teniendo en cuenta los sistemas orgánicos y su relación con el área emocional, partiendo del principio que cuerpo y emoción no se pueden dividir.

Ésto permite actuar sobre patrones comportamentales determinados por situaciones emocionales que pueden modificarse mejorando el estado de salud, o, viceversa, trabajar sobre posturas, movimientos o respiración, para modificar el estado emocional.

Descubrir cómo la Ludicidad Consciente pueda alcanzar Lucidez en nuestro vivir cotidiano, resulta un camino fascinante. Y el juego de palabras se transforma en un verdadero y propio camino de crecimiento personal.